La Saga Evil: Capitulo 1

Hola a todos! Bueno, al fin me pongo a escribir! Empezare con la historia de la Saga Evil! (pero diferente, y con nuevos personajes). Empezamos!

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- Princesa Rin? El nuevo sirviente llego.
Rin: Dejarle pasar. Espero que no sea igual a los demás.-dijo robusta.
En abrir la gran puerta roja, un chico con un gran parecido a la princesa se acerca junto a sus maletas. En llegar, coloco las maletas a un lado y le izo una reverencia.
La joven chica lo miro con desprecio, se levanto y se acerco al muchacho.
Rin: Como te llamas?
- Em... Len Kagamine, alteza- dijo nervioso. Sus antiguos compañeros ya le avisaron de que la princesa era conocida por su maldad, y cualquier error podría ser su muerte.
Rin: Pareces nervioso...- dijo con cara seria, girando alrededor del chico para verlo de cerca.
Len: Lo estoy, majestad- dijo el chico, intentando poner una cara mas seria.
Rin sonrió, cosa que izo un asombro a todo el personal. Rin hace mucho tiempo que no sonreía, desde que la separaron de su hermano.
Rin: Sabes... Me recuerdas a una persona que perdí hace mucho...- le dio un ultimo reojo, esta vez con cara mas simpática- Ministro, quiero a este chico para que sea mi sirviente personal.
En decir eso, toda la sala miraron sorprendidos a Rin y Len. Normalmente Rin maltrataba a sus criados antes de ser contratados, y en salir de la sala, felicitaron a Len.
Gumi: Es increíble como te trato la princesa!
Len: Pues la verdad es que parece amable.
Gumi: No. Es amable contigo, pero en realidad con los demás nos maltrata.
Gumi fue con Len por todo el palacio para enseñárselo. Al recorrer miles de pasillos, finalmente llegaron a su habitación.
Gumi: Ya se que no es mucho... pero al menos es solo para ti.
Len: A que viene que "es solo para ti"?
Gumi: La mayoria de criados vivimos en una misma habitación. Al menos tu vives solo.
Len: Ya veo...
Gumi: Bueno! Si necesitas ayuda, solo hay que pedírmelo!- en decir eso, cerro la puerta-... esperemos que pueda durar un poco de tiempo... -y al decir eso se fue a la cocina.

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Eran casi las 3 de la tarde, y Len ya había acabado de ordenar su nueva habitación. Se sentó en su cama, y pensó sobre su hermana. Cuando eran pequeños, sus estrictos padres los separaron.

Su padre se lo llevo de la ciudad para que cuando fuese mayor pudiese elegir su destino, pero él quería que su  destino fuese volver a ver a su hermana. En ese momento, abrieron la puerta de un portazo:
Gumi: Pero que haces aun aquí?! Tienes que darle la merienda a la princesa!!!!
Len: QUE?! Pero no se merienda a las 5?!
Gumi: 5!!!? Eso puede que en otro país, pero aquí es a las 3 en punto!!!!!

Len: o_O AHORA BAJO!!! - se puso los zapatos y se fue corriendo abajo. Llego a la sala del trono, y luego a la cocina -pero donde esta el jardín!?- al cabo de dar varias vueltas, encontró por fin una sirvienta que le señalo el camino. El jardín era un lugar lleno de flores, sobretodo rosas amarillas. Al llegar, se encontró una cúpula donde la princesa esperaba impaciente- Princesa... perdonad mi retras...- iba a hablar, cuando ella se giro bruscamente hacia mi.

Rin: Vos! Como se atreve a llegar tan tarde! Deberías de saber que yo meriendo siempre cuando tocan las campanas del campanar!

Len bajo la mirada al suelo. Se sentía culpable.

Rin: Ahora ya no podre merendar! Tendré que irme al consejo para hablar sobre los pobres!
Len: Perdonad me, señora...

Al oír eso, aunque aun estaba furiosa por el error de su sirviente, se tranquilizo al oír lo que le dijo. La mayoría decían alguna excusa, y la mayoría no eras convencentes.

Rin: Emmm... -intento ponerse seria de nuevo- no tienes nada que decir?!

Len: Solo eso... perdonad me...
Rin: ... bueno, como se que es tu primer día... no me enfadare... pero a la próxima ya sabes lo que te tocara!
Len: Muchas gracias, señora!
Rin: Señorita! Y ahora, acompaña me al consejo.
Len: Ahora mismo.

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